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Son tus labios, aquellos con los que se me ha prohibido soñar siquiera, estoy advertido, si me clavo un poco más a tus espinas afiladas, el ardor que ya siento, se va a acrecentar lenta y exquisitamente, inclusive, se implantará en lo más profundo de la sima de mi memoria, aunque creo que más no se podrá, si el hecho de saber que te veré otra vez, causará el mismo dolor que mil inyecciones de cianuro y es que sigues tan lejos de mis labios, ¿Qué ganas? Talvez deleitarte con mi agonía mas no te daré la satisfacción, prometo conquistarte a cualquier costo, pese a que implique perderte sin haberte tenido en mis brazos, no importa si me arriesgo, no tengo miedo de gritarle al mundo que te quiero a mi lado, sin embargo, me aterra que a ti te avergüence, está bien, por ahora me conformo con el iris de tus ojos...