viernes, 21 de junio de 2013

Dos meses después...

Entonces fue cuando desperté, oyendo el estúpido ruido del despertador que puso fin a un sueño irrealizable, un día entero con ella, otra vez, solo que en esta ocasión no pasó de mi cabeza. Recuerdo que ella sentía algo por mi, nada frío, podia besarla cuanto quisiese, ella solo correspondía y las caricias no faltaban después de tanto reir, todo parecía tan normal, hasta cuando le pregunté -¿viste venir que terminariamos juntos?- y ella repondió -desde el primer día...- lástima que no pasará de un estupido sueño roto por la rutina.

Tal vez ella sea feliz con su vida, tal vez yo no haga más que sobrar, o estar de más, pero esa mujer en mis sueños nunca faltará, nunca, estoy seguro, desde que jugamos a mirarnos, desde que aprendi a tartamudear, sentir vacío desde su partida, aun muriendo por ella me alejé, ahora mi mente me las juega otra vez, ya no es solo por el día, ahora tengo que soportar amargos sueños que solo me restriegan su inexistente presencia, no queda más que agarrarles cariño, y escribir una que otra frase en la pared frente a su casa...

No hay comentarios:

Publicar un comentario