Esta inseguridad arde cada vez más fuerte,
la vida va en picada hacia ningún lugar;
el saber solo logra entorpercer la razón,
y la pasión que ayer tanto vi desbordar
ahora solo estorba tanto a este corazón,
solo queda confrontar esta temible suerte.
Si el amor ayer estaba entre tanto papel,
donde ya no hay más que letras borrosas
por aquella mala tormenta que las asaltó.
Porque abrazar tantas intenciones aviesas,
no resultó como oler las rosas del vergel,
al menos podrán darme un agradable gesto.
Imposible es mirar ese espejo y sonreir,
sabiendo que lo que veo, no me sirvirá,
es que, ¡es tan descartable el destino!
ya no sé si podré seguir en el camino,
esta senda logra tan solo arrancarme ira,
simplemente veo atrás, y queda sobrevivir.
Si de tu boca solo sale la misma escoria,
y mis oidos se niegan a querer escucharla,
no queda de otra que esperar tu lástima,
esa que no me deja ni una noche en vela.
El desorden que se impuso en esta historia
no lo vas arreglar con una simple lágrima.
Ahora solo tengo que inventarle un final
como el mar y su rastro, tan lleno de sal,
a este teatro que no le interesa a nadie,
y tal vez a alguien deje en la interperie.
Quizá solo llegue a soñar cuando despierte,
pero de antemano sé, que le ganaré a la muerte...